Ni mirandolo a traves de otros ojos conseguiria verlo del mismo modo que una vez lo miró, como cayó en picado se preguntaba, ¿Como se dejo caer? preguntaban los que la conocian, nadie sabe que paso solo se dieron cuenta y murmuraban que al acabar aquel libro que leia desde hace tiempo fue la ultima vez que la escucharon llorar.
Ana Benitez- La Posada de las Transgresiones
No hay comentarios:
Publicar un comentario