lunes, 9 de noviembre de 2015

El amor que murió antes de nacer

El amor es incierto, a veces viene en forma de cafe, de risas, de charlas, de desconciertos, de conciertos, de amores furtivos, de amantes inquietos dispuestos a amarse en una cama de hotel, se ve lejano pero se siente cerca, una cena, una invitación a lo prohibido, un helado en invierno para cambiar los tópicos, escapadas rurales para las risas profundas, pero el amor es bonito en todas sus formas, nunca renuncié a ello solo espere el tiempo suficiente para estar preparada para que me amasen, yo amé hasta la locura, mantuve mi convicción de que el amor todo lo puede y mueve montañas y fallé, pero no lo hice porque renunciará a ser feliz ni porque no creyese en el amor, sino porque esa persona no era la persona que tenía que amarme, ni devorarme con los ojos, ni decir mi nombre y sonreir, ni quererme a escondidas o gritarlo, esa persona era la que me enseñaría que no se hace daño a quien se quiere, ni se juega con su corazón, no se mantiene un amor furtivo cuando solo buscas refugio, no se daña a quien te valora, comprende o sigue a tu lado, amar se puede amar de muchas formas pero el dolor no es una forma de amar aún, hoy es un día gris en el calendario, hoy ya no quedan rosas secas, no quedan recuerdos, hoy he decidido quererme... gracias porque ahora sé que nunca debe darse todo por nada.

El amor nace, transcurre y muere, ese amor murió en el transcurso de nacer.

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